El sistema de coagulación se emplea en el secado de sangre para la fabricación de harina. Cuenta con la captación de vapor, que puede controlarse de forma automática o manual para inducir la coagulación. Después del proceso, la sangre circula por una serpentina de acero inoxidable. El diseño se adapta según las necesidades del cliente, buscando la reducción de costos, eficiencia y sostenibilidad ambiental.